Una alternativa contemporánea
Han pasado varios siglos desde que Esteban Murillo nos dejó las primeras obras de su patrimonio pero a pesar de ello, este pintor sevillano sigue siendo un referente en nuestros días. La provincia de Sevilla celebra el “Año Murillo” y lo hace acercando sus obras a la población, aunque también hay quienes se han inspirado en el pintor para traer de vuelta su parte más social y olvidada, mediante técnicas más actuales.
ay diversas formas de traer a la vida un pintor, esto es que lo que han demostrado Laura León y José Antonio de Lamadrid, fotógrafos y reporteros andaluces, mediante la exposición ‘Murillo fotógrafo’. Ambos presentaron este proyecto con motivo del ‘ Año Murillo’. “Estamos celebrando el 400 aniversario del nacimiento del pintor, que a pesar de no saberse muy bien el día en el que nace sí que se conserva la partida de bautismo en la Parroquia de la Magadalena que dice fue bautizado el 1 de Enero de 1618” dice Sergio Harillo, licenciado en Historia del Arte.
Frente a exposiciones como la del Museo de Bellas Artes o la del Palacio Santa Clara que están más enfocadas a la obra de Murillo en sí, en la pintura, en la Fundación Cajasol se ha querido plantear un proyecto algo distinto. Es un proyecto que se basa más en la parte social de la obra de Murillo. De ahí que los fotógrafos se hayan preguntado qué hubiera retratado Murillo si hubiera vivido en el Siglo XXI.
las obras que más se conocen de Murillo son las Inmaculadas, obras de temática religiosa. Pero también es cierto, que tiene una vertiente muy importante de temática social. Él reflejó la época que le tocó vivir (niños huérfanos que vivían en la calle, personas ancianas que se quedaban también en la calle…) “porque al ser una sociedad en la que la esperanza de vida era mucho más corta que la actual, si morían los hijos no había nadie que se encargase cuidar de estas personas mayores”, aclara Sergio Harillo. Todos estos problemas sociales aparecen muy bien retratados en la obra de Murillo pero en la época no tuvieron mucho éxito estos cuadros y rápidamente fueron comprados por comerciantes, holandeses o flamencos que estaban de paso por Sevilla y se llevaron esos cuadros.
Por esto, a día de hoy aquí en España no se conserva ninguna de esas obras de los niños huérfanos o de esa realidad social. Y es precisamente en lo que se han querido basar estos dos fotógrafos. Han cogido 12 cuadros de Murillo y los han trasladado a fotografía recreando la misma imagen pero dándole una temática contemporánea. Por ello, detrás de cada una de esas imágenes vemos un tema social fácil de reconocer ya que estamos acostumbrados a verlos en periódicos y telediarios (el desahucio, el desempleo, la violencia machista). Son temas que seguro habrían llamado la atención de Murillo si hubiese vivido en nuestra época.
La exposición se compone de 12 fotografías de gran formato y se han presentado acompañadas por un cartel en el que se puede ver tamaño pequeño el cuadro de Murillo en el que se inspira la fotografía. Por esto, se pueden apreciar fácilmente los cambios y las similitudes que se han ido introduciendo en la fotografía.
Para los fotógrafos, el principal objetivo era que la ambientación de la obra fuera lo más parecida posible al cuadro y el problema que se han encontrado es la iluminación. Cuando se han recreado en la fotografía se han dado cuenta de que la luz no coincidía con la de las obras de Murillo. Cuando han puesto los focos en el mismo sitio en donde están en las obras de Murillo han visto que no se correspondía con la realidad. Esto es porque Murillo al ser pintor, todo dependía de la pintura que utilizara (si utilizaba un color más claro esa parte iba a aparecer más iluminada que una que está más oscura). En fotografía para conseguir el mismo efecto, ha habido que retocar digitalmente y jugar mucho con la luz de esas fotografías para conseguir el mismo efecto y la misma ambientación.
Mediante la elaboración, se dio un segundo problema y es que en los cuadros tan grandes, donde hay muchos personajes, los fotógrafos Laura León y José Antonio de Lamadrid han tenido que sacrificar la profundidad de campo para ganar en nitidez.
ELABORACIÓN Y RESULTADOS
Los autores de esta exposición han sido compañeros en Sevilla desde hace mucho tiempo, ambos son de la Escuela del Fotoperiodismo y aunque trabajaban en medios distintos, han coincidido mucho.
P. Laura, ¿a raíz de qué surge la idea de este proyecto?
R. De Lamadrid y yo llevábamos mucho tiempo queriendo realizar un proyecto juntos y asumiendo que era el 'Año Murillo', quedamos un día en el Museo de Bellas Artes y realmente salimos ya con la idea en la cabeza.
P. ¿Qué pasos seguiteis para su elaboración?
R. A raíz de esa idea, estuvimos trabajando hasta desarrollar el proyecto en sí. Posteriormente, durante un periodo de tiempo estuvimos estudiando cuadros de Murillo y cuando lo tuvimos, lo presentamos y nos aceptó Fundación Cajasol la financiación. Entonces, nos fuimos con un equipo (realización, maquillaje, pintores, vestuario y producción). Los primeros que empezaron a trabajar con nosotros fueron producción y entre ellos y nosotros hicimos el casting de todas las personas que han participado, aunque a los protagonistas del cuadro lo hemos seleccionado Lamadrid y yo puesto que éramos quienes teníamos la idea de la denuncia.
P. ¿Cómo ha sido el proceso?
R. Muy duro y difícil de abordar. La fotografía en sí era un clip pero detrás hay muchísimo trabajo.Hay fotos para las cuales hemos tenido que dedicar incluso todo un día y no solo nosotros, sino también los modelos que han tenido que aguantar en posturas imposibles.
P. Las personas que han puesto rostro a este proyecto, ¿qué sensación han tenido al verse?
R. La gente con la que he trabajado en este proyecto es muy generosa. Creo que habrá gente que se vea rara porque a nadie nos gusta vernos en fotografías y menos en este tipo de foto que busca resaltar cualquier característica humana.
P. Cuando pusisteis en marcha el proyecto ¿cuál era el compromiso?
R. El compromiso de este trabajo se basaba en dos: uno era fidelizar las obras de Murillo en composición, luz y color y otro, que los personajes fuesen biográficamente reales con el tema que los hemos representado.
P. ¿Qué señalarías como positivo y qué como negativo?
R. Todo ha sido una gran experiencia. Hemos liado con una gestión de equipo que ha llegado a rozar las 90 personas. Hemos ganado experiencia en unas cosas y otras las hemos asentado. Además ha sido como unir todos los grados de experiencia que teníamos: como fotoperiodistas, como narradores de historias y como fotografos que saben utilizar la luz más allá.
Lo único negativo por lo que te puedo decir que hemos pasado es que nos hemos llevado alguna desilusión con personas que hemos contrato, que decían que eran algo que finalmente no eran. Pero esto creo que pasa en todos los trabajos.
P. ¿Practicaba Murillo la denuncia social en esta temática distinta a la religiosa?
R. Murillo no denunciaba, no existía esa figura como tal en esa época. Murillo lo que hizo fue ponerle rostro a una parte de la sociedad que en ese momento no se retrataba. Lo que pasa que nosotros consideramos que aunque él no lo supiese, sí que lo hacía porque dejó testimonio.
P. ¿Crees que al público le ha gustado ver esta vertiente?
R. Bueno (¡jaja!), el libro de visitas dice eso. Es la primera vez que se llena un libro entero y a mi me ha escrito muchísima gente para felicitarnos por el trabajo y decirnos cuánto les ha gustado e impactado. Inlcluso, en alguna vez que he estado por la exposición he llegado a encontrarme a personas llorando. Me ha sorprendido mucho, el grado de emoción que podido vivir el visitante. Igualmente, esto debería de decirlo el público y no yo.
P. Hemos podido ver numerosas exposiciones en las que se muestran las obras de Murillo, ¿piensas que el haberlo enfocado de manera distinta ha sido positivo?
R- Marcar diferencia, para bien, siempre es bueno. Sobre todo en un espacio en el que hay tanta competencia. El haber destacado de la forma de la que lo hemos hecho no era algo con lo que contábamos. Simplemente teniamos una propuesta que pensabamos que podíamos hacer bien.
P. ¿Cuál crees que es el mayor atractivo de 'Murillo fotógrafo?
R. Eso ha sido tan diferente como personas han ido. Han ido desde niños pequeños hasta personas mayores, y todos ellos han encontrado algo en algún cuadro con lo que han conectado.
P. ¿Cuál es vuestra valoración sobre el trabajo realizado?
R. Estamos muy contentos y satisfechos. tenemos la sensación d eque hemos hecho un trabajo redondo. La sensación natural de un proceso de creación es que siempre te quedas con dudas y es la primera vez que hemos podido decir que hemos hecho un trabajo perfecto.
Según datos obtenidos de la Fundación Cajasol, han pasado por la exposición 'Murillo fotógrafo' desde su inauguración el 16 de Febrero hasta su cierre el 22 de Abril, más de 17.000 personas. Son cifras importantes a pesar de que no ha alcanzado el número de visitas que han conseguido otras exposiciones que han mostrado las obras del autor. La Fundación Cajasol, por su parte, está muy contenta con el éxito que ha tenido 'Murillo fotógrafo' ya que solo en exposiciones de World Press Photo ha conseguido un número igual o superior desde que se convirtió en un centro cultural. La fotoperiodista, Laura León, también reconoce su satisfacción con estos números ya que afirma que han sido meses de muchísimo trabajo.
Los dos autores de 'Murillo fotógrafo' sido los únicos que se han atrevido a plantear un proyecto distinto. A través de una encuesta, los jóvenes sevillanos han podido arrojar su opinión acerca de qué tipo de exposición les parece más atractiva: las que se limitan a mostrar las obras del pintor como es el caso de 'Murillo y su estela en Sevilla' o si prefieren una adaptación de las obras originales recurriendo a la fotografía como ha sido el caso de 'Murillo fotógrafo'.
Esta encuesta arroja datos interesantes ya que más de la mitad de los participantes optan por una representación más actual del arte. La sociedad está evolucionando y por tanto, los intereses de la población van cambiando. La forma de hacer llegar el arte y la cultura a esos jóvenes, que algún día serán personas adultas, también debe de reconvertirse.
VIDA DEL PINTOR
Bartolomé Esteban Murillo nació en Sevilla a finales de 1617 en el seno de una familia acomodada. No tardó mucho en descubrir su pasión por la pintura ya que según Laura García, Doctora en Historia del Arte, por la época de 1933 el pintor comenzaría, sin maestro directo pero sí influenciado por otros ilustres pintores, con su aprendizaje.
El comienzo de la carrera profesional del pintor estuvo marcada por numerosos encargos por parte de las órdenes religiosas y aunque son muy pocas las obras que se conservan de esta etapa, podemos descubrir a un Murillo con una paleta de colores muy definidos y que repartía uniformemente la luz por toda la composición de sus obras. Dentro de la pintura barroca, Murillo fue uno de los grandes potenciadores del género religioso.
La obra fechada más antigua del pintor corresponde a la serie del Convento de San Francisco en la que muestra su gusto por la pintura renacentista y en la cual, se observa el gran protagonismo que Murillo otorgaba a la figura humana.
Además, estaba interesado por el naturalismo y en torno a la mitad del siglo XVII, estaba atraído especialmente por el claroscuro.
Más adelante, quedaron olvidadas las monumentales figuras de sus primeras obras y su interés por el tenebrismo quedó desplazado para dar paso a un estilo en el cual la luz irrumpía en el fondo de las pinturas y las figuras eran pintadas a contraluz. En 1660 se le encargó al pintor uno de sus grupos pictóricos más reconocidos en Sevilla: la obras para el Hospital de la Caridad.
Las obras en las que reflejaba la sociedad de la época carecieron de valor y sin embargo, fueron acogidas en el resto de Europa, donde se encuentran muchas de ellas formando parte de colecciones en museos.
Los últimos años de vida, Murillo los pasó realizando obras muy importantes que le habían encargado y mientras realizaba una obra en el convento de los Capuchinos de Cádiz tuvo un accidente que le llevó a perder la vida.
Diego Angulo Íñiguez, historiador de arte, reconoce que: “Murillo desde el punto de vista más puramente pictórico, aunque no pueda compararse con un Velázquez es, sin duda alguna, uno de nuestros grandes pintores”
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FUENTES
FUENTES DE INFORMACIÓN: Fundación Cajasol; Laura León, fotógrafa y autora; Sergio Harillo, licenciado en Historia del Arte; Angulo Íñiguez, D. (1999). Murillo. Sevilla. Diputación de Sevilla.; García Sánchez, L. Murillo. Madrid. Ediciones Susaeta; Encuesta de elaboración propia.
TEXTO: Irene Pozo Jiménez
FOTOGRAFÍAS: Irene Pozo Jiménez / FOTOGALERÍA (fotografías y descripción): Irene Pozo Jiménez / COLLAGE realizado para la imagen exterior de la entrada: imágenes extraidas de Google (No Copyright)
VÍDEO: Irene Pozo Jiménez
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Imagen que muestra los datos obtenidos en la encuesta./Irene Pozo
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